La semana pasada Apple cumplió 44 años y esto no podía pasar por alto. En su momento te propusimos un plan alternativo para celebrar desde casa el aniversario de la marca y ahora queremos que sepas más de lo que te han contado. Porque no todo empezó como se dice.
Cierto es que el garaje de Steve Jobs fue un lugar esencial en la fundación de la empresa de la manzana mordida. Pero no creerás que todo se originó allí. Es más, no se trata de dónde si no quién, como adelantan desde iPadízate. Y es que, si no fuera por el anónimo Bill Fernández, posiblemente no existiría ninguno de tus dispositivos favoritos. Juguemos al efecto mariposa por un momento.
Hubo un tiempo en el que Steve Jobs y Steve Wozniak eran dos completos desconocidos. El joven Woz de 21 años decidió aparcar sus estudios y empezar a trabajar en una empresa que creaba ordenadores. Con suerte, le dejaron varios chips que no dudó en aprovechar. Quería montar su propio ordenador y eligió a Bill Fernández como compañero de aventura, sin saber que sería su futuro empleado. Casualidades de la vida, Fernández iba al mismo instituto que Steve Jobs y, viendo todo lo que tenían en común, decidió presentarlos.
El Jobs de 16 años era un gran bromista que sentía atracción por la tecnología y el diseño, al igual que Woz. Con esa edad se conocieron gracias a Fernández, allá por 1971. De hecho, fue frente a su casa donde tuvo lugar la primera conversación entre los genios tecnológicos. De esta primera toma de contacto nacieron grandes ideas, como la caja azul. Una herramienta que hackeaba las frecuencias de las líneas telefónicas, un juego más que terminaron tomándose en serio.
Mientras tanto, Woz seguía trabajando duro en su pasión, hasta que logró que la pantalla del ordenador mostrase lo que escribía en su teclado. Fue un hito tecnológico que su amigo Jobs no quiso desaprovechar. Le animó a mejorarlo y, después de compartirlo en Homebrew Club, pensó que sería mejor vender las placas montadas por su cuenta. ¿Qué tenían que perder? Y así es cómo nació Apple el 1 de abril de 1976. En ese momento les acompañaba Ronald Wayne… Aunque decidió apartarse tan sólo dos semanas después.
Tu iPhone, tu iPad y especialmente tu Mac existen gracias a esta historia no tan popular. Es más, el propio Jobs afirmó que sin las cajas azules nada de esto hubiera tenido lugar. ¡Benditas bromas! Lo que no es ningún juego es la salud de tus dispositivos, y más en pleno confinamiento, por lo que si detectas cualquier fallo no lo dudes y habla con Tu Experto. ¡Hasta la próxima lección de historia!
