La cruzada particular de Apple por la privacidad, caiga quien caiga, ya no es una sorpresa, pero lo que posiblemente no te hubieras planteado es que también tienes algo que hacer en esto. Toma nota y tu iPhone, iPad o Mac porque empezamos.
¿Por dónde arrancar? El centro de todo es tu cuenta de Apple, y deberías revisar todos los dispositivos que tienes asociados en Ajustes > ID de Apple (o Preferencias del sistema > ID de Apple), como explican en iOSMac. Si ves alguno sospechoso, pincha en él y tendrás más información, hasta puedes localizarlo.
¿Quieres saber qué datos personales tienes almacenados? Ve a la web oficial y, tras poner tu usuario y contraseña, verás los medios de pago, direcciones y la opción de activar / desactivar la autenticación en dos pasos. Una herramienta imprescindible, que implica que, antes de realizar cualquier cambio relevante en tu cuenta, deberás introducir un código enviado a tu dispositivo de confianza. En caso de robo o pérdida es vital.
El método de acceso también es importante, ya sea tu huella o tu cara, en Ajustes > Face ID. Asegúrate de que no haya una apariencia alternativa añadida, es decir, que alguien haya introducido su rostro como válido para acceder a tu dispositivo. Calma, es raro que esto pase teniendo en cuenta la fiabilidad de TrueDepth, pero es mejor prevenir.
Si has entrado en pánico porque empiezas a pensar que algo no anda mal y no sabes cómo averiguarlo, cuéntaselo a Tu Experto. Nadie se preocupa más por tus dispositivos. Pero si no quieres volver a tener dudas sobre tu seguridad, puedes poner el parche antes de la herida con BitDefender. Sus dos meses gratuitos te convencerán y no querrás dejarlo nunca.
Por último, quizá la parte más aburrida, es revisar las apps de cada uno de tus dispositivos en Ajustes > ID de Apple > Contenido y compras. ¿Lo habías hecho alguna vez? Es algo muy rutinario que todo el mundo debería hacer para prevenir, por eso te animamos a empezar. ¡Evita los problemas y mantén blindada tu privacidad!
