Cuando ves que un gigante se tambalea, es momento de preocuparse. Lo que ocurre con los chips a nivel mundial no es una sorpresa, pero, en lugar de solventarse, empieza a afectar a las compañías tecnológicas más populares y Apple no es una excepción.
Hace meses que los semiconductores escasean y con ellos se dificulta la producción de tarjetas gráficas y otros componentes de ordenadores, videoconsolas ¡y hasta coches! La situación ha llegado hasta Cupertino, como cuentan en Business Insider. Tal es la preocupación, que la marca de la manzana mordida está posponiendo la producción del Mac y iPad.
Al parecer, afecta directamente a la pantalla. Y por esta razón podemos retrasar el sueño de ver el nuevo iPad Pro con su tecnología mini-Led. Y a esto se suma la gran preocupación: la retirada de los chips de Intel en los Mac en un plazo de dos años era un plan arriesgado cuando surgió la idea el año pasado. Pero ¿cómo lo hará ante la falta de materiales? Y eso sin contar con el auge de la compra de equipos para el teletrabajo.
La compañía tiene un control férreo sobre su producción, en parte debido a la obsesión de Tim Cook por medir todas las fases de la cadena de creación. Justo por esta razón, ha sido de las pocas grandes empresas que no pararon durante los primeros meses de la pandemia (a diferencia de los fabricantes de vehículos).
Su relación con Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) siempre ha funcionado a la perfección, pero para crear sus dispositivos necesitan muchos más componentes, llegando a implicar a 200 empresas más. He aquí el problema: la pantalla mini-Led del próximo iPad Pro requiere diminutos microprocesadores para conseguir su retroiluminación y, si alguna de esas empresas que trabajan para Apple no es capaz de producir piezas, el nuevo modelo tendrá que esperar.
Por ahora los iPhone no están afectados, pero en mitad de una crisis como la que atravesamos, quién sabe. Aférrate a las certezas, cuida tus dispositivos y procura alargar su vida útil de la mano de Tu Experto. En época de escasez, bueno es lo que se tiene en mano.
