Si tienes un iPhone 12 Pro, Pro Max o tal vez un iPad Pro, sabrás que valen su peso en oro. A decir verdad, muchas veces pensamos que lo más caro es lo mejor, pero quizá no es lo que más nos conviene o lo que más vayamos a usar. Tu iPhone tiene una potencia brutal, si no lo aprovechas que no sea por desconocimiento.
Empecemos por una definición. Un lídar (Light Detection and Ranging o Laser Imaging Detection and Ranging) calcula distancias entre un emisor láser y un objeto o superficie con un láser pulsado. Esa es la teoría, aunque la práctica es mucho más interesante, como explican en La Manzana Mordida y Xataka Móvil.
La fotografía y el vídeo son el primer uso del que hablaremos (y quizá el más extendido). Mejora el enfoque midiendo las distancias: crea un modelo 3D para establecer jerarquía de planos. Pero lo más destacado es el modo noche, ya que hará lo mismo incluso sin luz. ¿Lo mejor? No necesitas ser profesional para sacarle partido. ¡También puedes usar filtros!
¿Reforma o mudanza a la vista? La Realidad Aumentada es, sin duda, el uso más preciso, sorprendente y también el menos común. En arquitectura, ingeniería o diseño de interiores es el pan de cada día, pero el usuario medio no lo usa a menudo (aunque debería). A la hora de cambiar muebles, medir una habitación o comprobar cómo quedaría el montaje final es la mejor herramienta. Por eso, los desarrolladores no paran de crear apps relacionadas.
Medir la altura de las personas también es una de sus utilidades, derivadas de la Realidad Aumentada. Puede parecer extraño, pero imagina qué práctico es para el mundo de la moda, los talleres estarán encantados de contar con esta tecnología. Además, lo que se escape de tu conocimiento siempre será respondido por Tu Experto, ¿qué más se puede pedir?
Dicho esto, ya te puedes hacer una idea de lo que hace tu nuevo iPhone: grabar un corto de cine independiente, ayudarte con el cambio de casa y medir cualquier objeto que se preste, aunque mejorará con las siguientes evoluciones. ¿Ya has probado tu LiDAR?
