Los trapos sucios se lavan en casa. Las primicias, también. Esta es la moraleja tras la última polémica en torno a Apple. ¿Qué harías tú si tuvieras información privilegiada de una de las empresas tecnológicas más importantes del mundo?
Mientras te piensas la respuesta, te contamos lo que le ha ocurrido a Simon Lancaster. Un empleado de la marca de la manzana mordida que, según afirman desde Apple, abusó de su posición para acceder a productos inéditos que no le correspondían, abriendo archivos lejos de su competencia y “colándose” en reuniones, según afirman desde Hipertextual. Adivina qué hizo después…
El 1 de noviembre de 2019 fue el último día de Lancaster tras 10 años trabajando en Apple… Y ya imaginarás lo que hizo. Aprovechó para descargar documentos confidenciales, que (presuntamente) después le ayudaron en su nuevo puesto en Arris. ¿Qué es Arris? Uno de los proveedores de los de Cupertino, dedicado a fabricar equipos de telecomunicaciones. Pero hay más.
La traición venía de lejos: un año exacto, desde el 2018. Lancaster estuvo doce meses pasándole información a un periodista sobre un misterioso proyecto a cambio de conseguir artículos favorables sobre su propia startup. Y todas estas filtraciones, cómo no, las hizo con su iPhone, iPad y Mac de empresa. Gran error.
¿Qué guardan los de Cupertino con tanto recelo? Seguramente sean los Airpods Max o las ansiadas gafas de realidad aumentada, pero nada se sabe sobre el dispositivo de la discordia, salvo un nombre bastante curioso acompañando la demanda de Apple: Project X.
Esta no es la primera vez que Apple tiene que enfrentarse a filtraciones en casa. De hecho, en 2018 ya avisaron a su plantilla: si volvía a suceder, emprenderían acciones legales. Y vaya si lo han cumplido. Una vez más, Apple nos da una lección sobre la seguridad en el entorno laboral y personal, ¿a que ahora ves a Tu Experto y su escudo BitDefender con otros ojos? Toma el ejemplo como aprendizaje: lo que está claro es que no debes bajar la guardia.
