Mac por allí, Mac por allá… que si iMac, MacBook… ¿Nunca te has preguntado por qué Mac y no otro nombre? La historia que hay detrás es bastante peculiar y nos deja una anécdota de esas en las que la casualidad tiene mucho que ver. Lo que quizás no sepas es que la razón la puedes encontrar en una frutería.
Según revelan en iPadízate, Randy Wigginton, un antiguo trabajador que estaba en Apple en sus primeros años ha compartido la historia real. Todo empieza en 1984. La marca de la manzana mordido lanzaba el Macintosh. Este ordenador suponía una revolución en el mercado entre otras cosas gracias a su interfaz gráfica y su teclado. Las ventas le dieron la razón a Steve Jobs y compañía.
Pero el nombre de Macintosh no fue elegido al azar. Jef Raskin quiso que cada ordenador lanzado tuviera un nombre en clave interno, cada uno basado en un tipo de manzana (símbolo por excelencia de la compañía). Pero este nombre en clave acabó filtrándose y a los usuarios les enamoró y lo acortaron cariñosamente para quedar en el definitivo Mac.
Aunque todo quedó en eso, en el nombre que popularmente recibía en el mercado, porque oficialmente se seguían llamando Macintosh. Hubo que esperar al regreso de Steve Jobs a la compañía para que empezara a explotar comercialmente este nombre, empezando por el iMac. Pero no fue hasta 2005 que un dispositivo recibió el nombre de Mac a secas: el Mac mini.
Nunca se sabrá qué hubiera sucedido si el nombre en clave se hubiera mantenido en secreto. Quizás le hubieran sucedido el Golden o la Reineta. La realidad es que comercialmente el nombre ha acabado siendo un éxito que en buena medida se sostiene por la fiabilidad y calidad de sus productos.
Puede que dar con el nombre de tu negocio o el de tus productos y servicios haya sido un quebradero de cabeza. Lo que no debe darte ningún problema es tu tecnología, así que si algo no va bien, habla o chatea con el soporte técnico de Tu Experto y no dejes que nada te pare.
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