¿Crees que con tu iPhone no puedes explotar todas las bondades de tu Google Home? Error. Como habrás visto, ambas compañías están haciendo un esfuerzo por entenderse y todo eso es por ti. Lo último que se ha sabido sobre esta “extraña pareja” te será especialmente útil si pierdes tu dispositivo con facilidad.
Ya sabes que, aunque no venga configurado por defecto, puedes descargar la app de Google Assistant y convertirlo en tu asistente (lo sentimos, Siri, no es nada personal). ¿Lo mejor de todo? Ahora, si pierdes tu iPhone, tu nuevo asistente puede ayudarte a recuperarlo. Lo cuentan en Omicrono.
Esto no es nada nuevo para quienes usan un sistema operativo Android. La verdadera sorpresa es que la función para buscar tu iPhone desde tu altavoz inteligente se haya trasladado a iOS. Porque, hablando con sinceridad, ¿no te ha pasado que dejas tu teléfono en el baño y pasado el rato olvidas dónde estaba? Como Google Assistant está ahí para hacer la vida más fácil, también te ayudará con eso. Solo tendrás que decir estas palabras mágicas: “Hey, Google, encuentra mi teléfono/móvil”.
Solo hay una condición: tener las notificaciones de la app de Google Home activadas en tu iPhone. Por lo demás, tanto Google Home como tu Nest (puedes animarte ahora) escucharán tus órdenes. Y aquí llega lo mejor. La propia app enviará un sonido desde tu iPhone, un ruido tan potente (y personalizable) que escucharás sí o sí. De hecho, da igual que tengas el sonido desactivado o la función No molestar.
Tras mucho tiempo pidiéndolo, los de Mountain View han escuchado nuestras plegarias. Pero, eso sí, por ahora solo estará disponible en los altavoces que tengan el asistente integrado, aunque no se descarta que finalmente llegue a todos. Te animamos a hacer la prueba y flipar al ver a dos grandes unidos para encontrar tu dispositivo. ¿No lo encuentra? Entonces esto es un caso para Tu Experto, déjalo en sus manos.
Mientras tanto, seguirás sin poder cambiar tu asistente por defecto. Pero, a este paso, quién sabe si en unos meses podrás modificarlo a tu antojo. ¿Adiós hermetismo?
