Drive Smart' evalúa la manera de conducir
Cambiar de marcha o mirar por el retrovisor pronto será historia. Los primeros vehículos autónomos de Googlecomenzarán a circular por Silicon Valley (Estados Unidos) a partir de noviembre y, según cálculos de la compañía, serán habituales en las carreteras de todo el mundo en 2020. Sin embargo, el ingeniero informático Ian Burt cree que queda mucho más para que el coche y la conducción tal y como la conocemos sean sustituidas por el Google Car. “El ABS tardó más de 40 años en ser obligatorio desde que se inventó. Las tecnologías necesitan mucho tiempo para adaptarse a todos los vehículos”, explica. Mientras tanto confía en que Drive Smart, la aplicación gratuita para smartphone que este escocés afincado en España creó junto al ingeniero Antonio Polo en 2014, y que analiza la manera de conducir del usuario, tenga una larga vida. “Queremos mejorar la conducción haciendo mejores conductores”, afirma.
Esta app evalúa, a través de la geolocalización, la manera en que circula el usuario.
Se inspira en la tecnología telemétrica que se utiliza en la Fórmula 1 y en la ingeniería aeroespacial. Su objetivo es la transmisión de datos a distancia para ser analizados y poder mejorar el rendimiento de los automóviles, satélites y sondas de reconocimiento. En los circuitos de alta competición su función es transferir en todo momento a los especialistas el estado del bólido: el comportamiento del motor, la situación de la suspensión o la caja de cambios, la cantidad de combustible disponible o la temperatura de los neumáticos. "La información recibida del coche por cada equipo de ingenieros es vital para predecir cualquier problema", comenta Isaac Prada y Nogueira, ex ingeniero de Fórmula 1 y cofundador de KeelWit Technology. "La telemetría requiere un elevado grado de precisión. Aunque ha mejorado con los años en algunos circuitos se producen interferencias en ciertas zonas demasiado alejadas y ocultas", añade.
Cada segundo en Fórmula 1 se recogen más de 150.000 mediciones. Drive Smartanaliza únicamente siete parámetros: la velocidad, la forma en la que se toman las curvas y las rotondas o la reacción al llegar a una señal de tráfico (como un semáforo o un ceda el paso), entre otras. Basta con iniciar la aplicación y conectar el GPS —que utiliza el software de Nokia, Here, con el que intercambia información— para que los datos comiencen a registrarse. No es necesaria una conexión a Internet durante el trayecto: la aplicación puede almacenar los datos y descargarlos cuando se disponga de wifi. Cada 15 segundos el móvil registra la posición, la velocidad, las aceleraciones y las frenadas del vehículo y la envía al servidor. Allí una serie de algoritmos contrasta la información con una base de datos y otorgan una puntuación al conductor.
Estos algoritmos determinan la manera correcta de conducir por las rutas que ha seguido el usuario y tiene en cuenta tanto la climatología como el estado del tráfico. El resultado se ofrece una vez ha terminado el viaje para no interferir en la conducción. "Queremos que no sea algo intrusivo pues ya bastantes distracciones hay. Es compatible con el uso simultáneo de otras aplicaciones", explica Burt. El informe incluye, además de la puntuación, la hora de inicio y la de final, los kilómetros recorridos y los fallos cometidos. Siempre van acompañados de consejos para mejorar el comportamiento al volante. Estas recomendaciones y los criterios de circulación han sido elaborados por la cátedra de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia.