El juego nos sitúa en un lugar idílico donde la felicidad es lo único que tiene lugar. Una ciudad con ambientación británica en los años 60 en la que todos sus ciudadanos van con la cara pintada con una sonrisa, como si de "mimos" o "payasos" felices se tratara. El secreto de todos estos ciudadanos para estar tan felices es sin duda una droga llamada "Joy", que mantiene a sus habitantes como zombies de la felicidad.
Todo esto viene dado por la ocupación nazi de la ciudad, Wellington Wells, y la necesidad de sus ciudadanos de olvidar algunos de los hechos tan atroces que vivieron, tanto sufridos, como perpetrados.
Tanta felicidad no podía ser sin su contrapartida negativa, el no estar feliz es un crimen, tanto es así que es incluso perseguido por las autoridades y la sociedad.
Aún queda mucho por ver si este juego sale a la luz gracias a la financiación conjunta de Kickstarter, pero si eres un fan de los videojuegos de sigilo con una estética "Retro-Futurista" como Bioshock, te recomiendo que te pases por este proyecto.
