Últimamente no paramos de escuchar y leer noticias acerca de lo que puede llegar.a hacer un producto tecnológico en cuanto a salvar vidas se refiere, solo tenemos que googlear un poquito por la red, y, en cuanto al tema de los productos de la manzana, darnos cuenta que hay (no pocos casos) de vidas salvadas tanto por el iPhone como por el Apple Watch.
En esta última ocasión ha salido en diferentes medios (radio incluida) la noticia de Gaston D’Aquino, un hombre de 76 años, que estaba tan tranquilamente en la iglesia, cuando de forma repentina el Apple Watch le avisó que sus constantes vitales, en esta ocasión relativas a su corazón y su frecuencia cardiaca no era nada normal y le creó una alerta. Como no podía ser de otra forma, Gaston D’Aquino no esperó a terminar la misa, y aunque se encontraba bien (él no notaba nada raro que le hiciera pensar lo contrario) decidió irse a un hospital, al sistema de urgencias y comentar los sucedido.
Durante 3 días los médicos estuvieron analizando a este hombre, e incluso haciéndole pruebas de todo tipo y llegaron a detectar que, de sus tres arterias coronarias, dos de ellas estaban 100% obstruidas y una de ellas obstruida en un 90%. Razón que le llevaron a los doctores a realizarle una intervención, en concreto una angioplastia con la intención de intentar “liberar” sus arterias.
La verdad es que yo, hasta el momento, me había tomado el Apple Watch como un reloj con algunas características tecnológicas, pero tengo más que claro, que quizá debería plantearme incluso dormir con él (por la noche no lo suelo tener puesto, de hecho ahora que lo pienso, es el único momento del día cuando no lo tengo puesto).
El Apple Watch mide las pulsaciones casi de forma 100% exacta, a través de sus luces LED de color verde, que están combinadas con fotodiodos con sensibilidad a la luz, que detectan cuánta sangre fluye por la muñeca en momentos determinados.
Sin duda, nuevamente una noticia que alegra el día.
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