Hola comunidad,
Hace unos días, en un post anterior estuvimos comentando ciertos detalles de la última adaptación cinematográfica sobre la vida de Alan Turing, The imitation game. En la publicación, pudimos descubrir algunos aspectos de la biografía de este destacado científico inglés, tales como su relación con Christopher, o si realmente fue investigado por espionaje.
La primera entrega se nos ha quedado un poco corta. Así que a continuación, seguiremos investigando un poco más sobre el legado de este gran genio británico.
¿Lucía Bombe, la máquina creada por Turing como en la película?
En gran parte, sí. Sin embargo, la verdadera máquina decodificadora se encontraba resguardada en una caja de baquelita (primera sustancia plástica totalmente sintética creada en 1907). La Diseñadora de Escenografía María Djurkovic y su equipo, basaron su diseño en una réplica que se encuentra actualmente en Bletchey Park en Inglaterra. "Nuestra versión de la máquina debía lucir convincente" declaró Djurkovic. Ella y el director decidieron exponer a la audiencia el corazón de la máquina. Además han agregado más cables rojos que la versión original para crear la sensación de que la sangre estaba corriendo a través de sus venas.
¿Era verdaderamente la personalidad de Turing tan peculiar?
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Aunque en efecto, la personalidad de Turing no era precisamente la de cualquier persona "normal", pues algunos investigadores y biógrafos afirman que en efecto pudo padecer de síndrome de Asperger. La relación laboral con sus compañeros fue cordial. Alan era capaz de llevar a cabo trabajo en equipo e incluso tenía buen sentido del humor. De hecho, como afirmábamos anteriormente, Bombe fue co-diseñada con otro investigador, Gordon Welchman.
Por otro lado, a pesar de su condición sexual, estuvo comprometido con Joan Clarke. Se declaró en la primavera de 1941, no como artificio para retener a la chica en el campus, como refleja la peli, sino porque en realidad este disfrutaba de su compañía. Salieron de paseo, al cine e incluso llegaron a besarse.
Pero luego de conversaciones sobre el futuro, niños incluídos, la relación no sobrevivió al verano de 1941. Turing utilizó un poema de Oscar Wilde para poner fin al compromiso. No volvieron a verse después de la guerra.
Otro aspecto de la realidad que ha rescatado la ficción es la afición de Turing por el running. Seguramente hubiera estado encantado en el Madrid del Siglo XXI. 😛
¿El equipo de Turing controla la emisión de mensajes ya decodificados?
Sí, pero no tal como se nos revela en el filme. En la película, el personaje interpretado por Benedict Cumberabatch y su equipo descifran Enigma, esta diabólica máquina encriptadora nazi, pero evita transmitir el 100% de los mensajes interceptados a sus superiores por temor a que los alemanes sospechen y cambien el código.
En realidad, Steward Menzies (Mark Strong) es quien decide y ordena emplear el método diseñado por el equipo de Turing para la transmisión de los mensajes.
En realidad este personaje era experto en conspiraciones. Dura pero acertada decisión. Si estos se hubieran puesto en evidencia, tal vez la guerra se hubiera alargado mucho más de lo esperado.
La verdad sobre la muerte de Turing
En realidad, la verdad sobre la muerte de Turing es todavía materia de debate. El período de castración química del que hablábamos en la entrada anterior había terminado 14 meses antes del fallecimiento. La versión oficial es que el científico cometió suicidio tras consumir cianuro en una manzana. El biógrafo de Turing, Andrew Hodges cree que en efecto se trató de un suicidio, en el que el científico reencarnó a su princesa favorita Blancanieves en su último acto en vida.
Sin embargo otros, como Jack Copeland, director del Archivo Turing para la Historia de la Computación cree que pudo ser accidental, pues el cianuro encontrado en la sangre del gran matemático, pudo provenir de gases emitidos en uno de los proyectos en los que trabajaba. Alega también deficiencias en la investigación.
La muerte de Turing no aparece en la versión de la gran pantalla, aunque fue filmada porque el director prefirió centrarse en el legado de Alan Turing y no en su tragedia.
Como dato curioso final. Algunos han afirmado que el logo de la marca Apple está inspirado en la vida de Turing. Sin embargo, la empresa lo ha negado en declaraciones para Empire Magazine. Se trata de un mito urbano. Una verdadera pena, los ejecutivos del marketing de la compañía pudieron haber sacado un buen trozo de esa manzana. 😛
¿Queréis saber más sobre Turing? ¿Se nos ha quedado fuera algún detalle que quieras comentar?
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Saludos,
